miércoles, 8 de abril de 2009

Conflicto entre Israel y Palestian en el Medio Oriente:




El conflicto árabe-israelí es quel entre el Estado de Israel y sus vecinos árabes, en particular los palestinos. Su definbición, historia y posibles soluciones son materia de permanente debate, y los problemas que inclye varían con el tiempo. Al día de hoy, las principales cuestiones son la soberanía de la Franja de Gaza y Cisjordania, la eventual formación de un Estado palestino en dichas áreas, el estatus de la parte orientral de Jerusalén, de los Altos del Golán y de las Granjas de Shebaa, el destino de los asentamientos israelíes y de los refugiados palestinos...


Historia:

Durante varios siglos, el pueblo judío vivió dividido en varios países del mundo, especialmente en Europa. La convivencia de éstos con el resto de europeos no siempre fue fácil, las persecuciones y pugroms (consiste en el linchamiento multitudinario, espontáneo o premeditado, de un grupo particular, acompañado de la destrucción de sus bienes) especialmente en la Europa del Este a finales del s.XIX fueron determinantes para la aparición y auge del sionismo político, que reclamaba un Estado propio para todas las comunidades judías dispersas por el mundo. Los sionistas culturales subrayaban la importancia que tenía convertir a Palestina en un centro para el crecimiento espiritual y cultural del pueblo judío. En la época en la que se fundó el sionismo, Palestina formaba parte del Imperio Otomano y estaba habitada por cristianos y musulmanes en su gran mayoría, y una pequeña comunidad de judíos religiosos que, aunque minoritario, tenía una implantación significativa especialmente en Jerusalén y alrededores.

Primera Guerra Mundial:

En 1914 el Imperio otomano decidió entrar en la Primera Guerra Mundial y el gobierno británico empezó a ver al movimiento sionista como un posible aliado en una guerra que parecía desarrollarse mal para los aliados. Se consideró entonces que los judíos podrían ser doblemente útiles, ayudando a sostener el frente oriental. Fue así como se produjo el 2 de noviembre de 1917 la Declaración de Balfour, por la que el Reino Unido se declaraba favorable a los planes sionistas de creación de un hogar nacional judío en Palestina. La victoria sobre los otomanos dejaría al gobierno británico con el control de Palestina en los siguientes treinta años, en forma de Mandato de la recientemente creada Sociedad de Naciones. Durante los años 20 el número de judíos en Palestina se incrementó notoriamente duplicando su población en siete años. La inmigración judía se canalizaba a través de la Organización Sionista Mundial, cuya figura principal era Jaim Weizmann, y vinculada con la Agencia Judía para Palestina, que ejercíoa como un gobierno para los judíos de Palestina, comprando tierra y construyendo escuelas y hospitales. La principal figura de la organización hacia la mitad de los años treinta era David Ben Gurión cuya filosofía y la de sus colegas era la de construir Sión, forjando una nación judía. Los árabes no poseían instituciones similares a las que los judíos estaban desarrollando, debido al feudalismo que aún existía y que permitía a los clanes más poderosos dominar a la mayoría de la población. Palestina estuvo relativamente tranquila entre 1922 y 1928, momento en que se desató la violencia en Palestina en forma de enfrentamientos entre árabes y judíos y entre los propios árabes en la Barrera Oeste de Jerusalén. En agosto de 1929 estos enfrentamientos se saldaron con la matanza de Hebrón, de Safed y de otras comunidades judías palestinas. El resultado de estos incidentes fue la muerte de 133 judíos y 116 árabes, y un reinterpretación a la baja de la Declaración de Balfour y de las aspiraciones sionistas: dos comisiones británicas, intentaron redefinir la política británica en Palestina, identificando el miedo de los árabes ante la inmigración y la compra de tierras por parte judía como principal causa de las dificultades entre ambas comunidades. La recomendación de que los carecterísticas el territorio sólo admitirían 20000 inmigrantes judíos más provocó el rechazo de los sionistas. Sin embargo, en febrero de 1931, el Primer Ministro británico Ramsay Mac Donald escribió a Wezman indicándole que su gobierno no tenía intención de prohibir la inmigración judía, debido principalmente a que la situación en Palestina parecía haberse calmado nuevamente. Sin embargo, esta calma relativa no duraría mucho tiempo: el desarrollo político europio cambiaría por completo el conflicto árabe-israelí. El 30 de enero de 1933, Adolf Hitler llegó al poder en Alemania...

Segunda Guerra Mundial:

El incremento del antisemitismo en Alemania y Rumania hizo que un gran número de judíos se marchara de Europa, teniendo a Palestina como única opción debido a las restricciones inmigratorias de los Estados Unidos. La reacción árabe contra lo que ellos ocnsideraban una transformación desagradable del país fue la Revuelta Árabe. La escala de la revuelta dio lugar a un despliegue importante de fuerzas británicas.
Muchos llegaron a la conclusión de que existían en Palestina dos culturas claramente diferenciadas: una árabe de origen asiático y una judía de origen europeo. Consideraron que dos culturas tan contrastadas no llegarían a convivir en un sólo Estado, se propuso como única solución la partición en dos Estados distintos. Aunque se convencio a muchas personas de esta iniciativa no todos los sionistas estaban a favor d ela partición y los árabes se oponían frontalmente a ella.
Hacia finales de 1937, los británicos empezaron a abandonar su apoyo a la ideal del hogar judío y la partición del mandato puesto que buscaban asegurarse la simpatía árabe en la situación prébelica que preludiaba la Segunda Guerra Mundial. Una nueva declaración conocido como Libro Blanco fue publicado semanas antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial y establecía que en el plazo de diez años Palestina se convertiría en un solo Estado independiente gobernada en común por árabes y judíos. Según el nuevo plan, la inmigración judía se limitaría a 75000 personas en los siguientes cinco años y con el previo consentimiento árabe (lo que en la practica suponía el cierre a la inmigración legal en visperas del inicio de la guerra), de modo que los judíos mantuviesen siempre un estatus minoritario. A pesar de que muchos árabes se dieron cuenta de que la nueva declaración favorecía en gran medida sus aspiraciones, el gobierno egipcio y algunos de los principales líderes palestinos la rechazaron por considerarla insuficiente.

La partición de Palestina y la creación de Israel:

En aquel momento, gran parte de Medio Oriente estaba bajo control británico. De los estados limítrofes con Palestina, Libano y Siria habían sido liberados del mandato francés. En un momento que se iba a demostrar histórico para los árabes palestinos, éstos carecían de las necesarias estructuras políticas y de liderazgo, incapaces de copiar la bien organizada estructura politica de los judíos con la Agencia Judía. En opinión de algunos autores, el mundo árabe en general, y el árabe palestino en particular, se encontraban en una condición de desventaja para resistir al desafío sionista que se avecinaba. En opinión de otros historiadores el maximalismo de la posición árabe impidió aprovechar las oportunidades de que dispusieron en los distintos procesos negociadores, priorizando la expulsión de los judíos y los intereses propios de los nuevos estados árabes vecinos de la zona por encima de los intereses de la población árabe palestina y el derecho reconocido a estos para disponer de su propio estado...

Lo que ha provocado la lucha de estos dos Estados hasta el día de hoy es la gran diferencia que tienen el uno del otro. Así podemos ver que el judaísmo tiene como profeta principal a Moises y el islamismo a Mahoma .La practica del judaísmo se basa en las enseñanzas contenidas en el Antiguo Testamento y el culto se celebra en la sinagoga; mientras que la practica del islamismo se basa en el Coran y el culto se celebra en la mezquita.



































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